miércoles, 29 de enero de 2014

Rafael Sarmentero, “Haiku VIII”

Dijo el radiólogo
que no eran mariposas
lo de mi estómago.

Autores hodiernos

domingo, 26 de enero de 2014

Vicente Huidobro, “Para llorar”

Es para llorar que buscamos nuestros ojos
Para sostener nuestras lágrimas allá arriba
En sus sobres nutridos de nuestros fantasmas
Es para llorar que apuntamos los fusiles sobre el día
Y sobre nuestra memoria de carne
Es para llorar que apreciamos nuestros huesos y a la muerte sentada junto a la novia
Escondemos nuestra voz de todas las noches
Porque acarreamos la desgracia
Escondemos nuestras miradas bajo las alas de las piedras
Respiramos más suavemente que el cielo en el molino
Tenemos miedo

Nuestro cuerpo cruje en el silencio
Como el esqueleto en el aniversario de su muerte
Es para llorar que buscamos palabras en el corazón
En el fondo del viento que hincha nuestro pecho
En el milagro del viento lleno de nuestras palabras

La muerte está atornillada a la vida
Los astros se alejan en el infinito y los barcos en el mar
Las voces se alejan en el aire vuelto hacia la nada
Los rostros se alejan entre los pinos de la memoria
Y cuando el vacío está vacío bajo el aspecto irreparable
El viento abre los ojos de los ciegos
Es para llorar para llorar

Nadie comprende nuestros signos y gestos de largas raíces
Nadie comprende la paloma encerrada en nuestras palabras
Paloma de nube y de noche
De nube en nube y de noche en noche
Esperamos en la puerta el regreso de un suspiro
Miramos ese hueco en el aire en que se mueven los que aún no han nacido

Ese hueco en que quedaron las miradas de los ciegos estatuarios
Es para poder llorar es para poder llorar
Porque las lagrimas deben llover sobre las mejillas de la tarde

Es para llorar que la vida es tan corta
Es para llorar que la vida es tan larga

El alma salta de nuestro cuerpo
Bebemos en la fuente que hace ver los ojos ausentes
La noche llega con sus corderos y sus selvas intraducibles
La noche llega a paso de montaña
Sobre el piano donde el árbol brota
Con sus mercancías y sus signos amargos
Con sus misterios que quisiera enterrar en el cielo
La ciudad cae en el saco de la noche
Desvestida de gloria y de prodigios
El mar abre y cierra su puerta
Es para llorar para llorar
Porque nuestras lágrimas no deben separarse del buen camino

Es para llorar que buscamos la cuna de la luz
Y la cabellera ardiente de la dicha
Es la noche de la nadadora que sabe transformarse en fantasma
Es para llorar que abandonamos los campos de las simientes
En donde el árbol viejo canta bajo la tempestad como la estatua del mañana

Es para llorar que abrimos la mente a los climas de impaciencia
Y que no apagamos el fuego del cerebro

Es para llorar que la muerte es tan rápida
Es para llorar que la muerte es tan lenta
Fotografía de Vicente Huidobro

Estrofa: pareado

Métrica

   El pareado es en esencia cualquier estrofa de dos versos que rime (lo hará generalmente en consonante), sin distinción alguna en el número de sílabas.  

   Ejemplos de pareado:
Cada hoja de cada árbol canta un propio cantar
y hay un alma en cada una de las gotas del mar.
Rubén Darío.

RGV.

viernes, 24 de enero de 2014

Reseña: “El señor de las moscas”



  Tuve la oportunidad de leer El señor de las moscas cuando debería haberlo hecho, en secundaria, y la dejé pasar. Una primera lectura en aquel momento habría ayudado después a entender si los propósitos de la novela se cumplen.
  En cualquier caso, me he visto en la deuda de leerla ahora.

jueves, 23 de enero de 2014

Jorge Solís, «Gato»

Gato, animal esquivo,
no deshagas el tiempo,
no descubras la muerte,
no me mires, gato,
con esos ojos de perro.

Acércate a la envidiada hoguera,
toma la lana y la tormenta,
la tranquilidad de tu paso lo demuestra.
Tu vida no es solo esta viejo gato,
tú fuiste algún Dios en otra era.

Autores hodiernos

miércoles, 22 de enero de 2014

Jalberto Mesas, “A Arthur Rimbaud”

Chopin deambulaba mortecino en el ambiente,
al fúnebre compás de pianos y cadalsos;
enlutada y ebria del néctar de los valientes
la muerte sonreía frotándose las manos.

El vino mudo y nostálgico de frases muertas
habla con las ánimas de las caricias de antaño;
impávido y sentado un esqueleto muestra
posos de un festín asesinado por los años.

¡El nulo sufrimiento es la gloria de los muertos!,
diluída y putrefacta yace la inocencia
compartiendo fosa común con abrazos yertos,
¡lanzas del diablo, desgarrada penitencia!.

La vigilia escupe pesadillas en colmenas,
inundada del lodo de letras destiladas;
de versos desdentados tener el alma llena,
¡la cruz de los malditos en pecho tatuada!.

Autores hodiernos

lunes, 13 de enero de 2014

«Calambur»

Términos

   Del italiano calamo burlare (hacer burla con la pluma).

   La etimología de esta palabra está enrevesada y nebulosa. Se elije la opción de “bromear, burlar con la pluma” como la más aceptada, pero son muchas otras las que se mencionan aquí y allá:

  • De Kalemburg, conde embajador de Westfalia que supuestamente protagonizó varios equívocos con la corte de Luis XVI (debido a su pobre francés).
  • Del árabe kalembusu (palabra equívoca).
  • Del francés calembour, y este de Kahlenberg, pueblo cuyo párroco presuntamente cayó en la trampa de estos juegos de palabras.

   La mecánica del calambur es sencilla. El DRAE dice:
(Retórica) Agrupación de las sílabas de una o más palabras de tal manera que se altera totalmente el significado de estas.
   Todos caímos presas, de niños, en la trampa del “oro parece, plátano es”. ¿Qué mejor ejemplo? En el enlace de Wikipedia se incluyen gran cantidad de calambures.

   Referencias:
RGV.

domingo, 12 de enero de 2014

Juan Ramón Jiménez, “El viaje definitivo”

…Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas la tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando, 
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado
mi espíritu errará, nostálgico…

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.
Fotografía de Juan Ramón Jiménez

sábado, 11 de enero de 2014

Rafael Sarmentero, “Monstruos de feria”

Son como monstruos de feria. No les queda
ni ese mínimo consuelo
que ha de dar la semejanza
(un monstruo es también un monstruo para un monstruo).

Su carisma es un vecino con bigote
que vive en la otra escalera.
Su sentido del humor
está a punto de encontrar destinatario.

Se entristecen porque no son populares.
Por las noches se amotinan
contra partes de sí mismos
y se prometen milagros que no apoyan.

Me dan pena estas personas. Quién pudiera
ayudarlas a integrarse
en este selecto grupo
al que sólo pertenecen los demás.


Autores hodiernos

viernes, 10 de enero de 2014

Rafael Alberti, “A Federico García Lorca”

Sal tú, bebiendo campos y ciudades, 
en largo ciervo de agua convertido, 
hacia el mar de las albas claridades, 
del martín pescador mecido nido;

que yo saldré a esperarte, amortecido, 
hecho junco, a las altas soledades, 
herido por el aire y requerido 
por tu voz, sola entre las tempestades.

Deja que escriba, débil junco frío, 
mi nombre en esas aguas corredoras, 
que el viento llama, solitario, río.

Disuelto ya en tu nieve el nombre mío, 
vuélvete a tus montañas trepadoras, 
ciervo de espuma, rey del monterío.
Dibujo de Rafael Alberti

jueves, 9 de enero de 2014

Rafael Alberti, “A galopar”

Las tierras, las tierras, las tierras de España, 
las grandes, las solas, desiertas llanuras. 
Galopa, caballo cuatralbo, 
jinete del pueblo, 
al sol y a la luna.

¡A galopar, 
a galopar, 
hasta enterrarlos en el mar!

A corazón suenan, resuenan, resuenan 
las tierras de España, en las herraduras. 
Galopa, jinete del pueblo, 
caballo cuatralbo, 
caballo de espuma.

¡A galopar, 
a galopar, 
hasta enterrarlos en el mar!

Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie; 
que es nadie la muerte si va en tu montura. 
Galopa, caballo cuatralbo, 
jinete del pueblo, 
que la tierra es tuya.

¡A galopar, 
a galopar, 
hasta enterrarlos en el mar!
Dibujo de Rafael Alberti

“Menos dos alas”, por Joaquín Sabina

Carátula del álbum
Álbum: Vinagre y rosas


González era un ángel menos dos alas.
González era un santo por lo civil.
Un dandy con un ojo a la funerala.
Tan rojo, tan Oviedo y tan zascandil.

Hilaba en los garitos de mala nota
boleros de Machín con Juanín de Mieres,
apurando esos güisquis en los que flota
la luna de las golfas y los crupieres.

Cuando volvía
del extranjero,
tan forastero,
a las dos no era de día,
a las seis ya era de noche.
“Pídame un coche,
fumando espero”.
Y le aplaudían los camareros.

Otoños y otras luces, pan con verbena.
Su Príncipe de Gales tan Cortefiel.
Tratado de urbanismo, Juan de Mairena.
Chicana, magdalena, tinta y papel.

Verde por la vergüenza que no tenía,
hasta ayudó a Caronte a quemar sus naves.
Decía que morirse no era tan grave
y agonizó en voz baja por cortesía.

Cuando volvía
del extranjero,
tan forastero,
a las dos no era de día,
a las seis ya era de noche.
“¡Viva el derroche!
¡Muera el dinero!”.
Y le aplaudían los camareros.







  Ángel González, poeta asturiano denominado “del compromiso”, era íntimo amigo de Joaquín Sabina. Por ello en Vinagre y rosas, publicado al año siguiente a la muerte del mismo, Benjamín Prado y Sabina le rindieron homenaje con la letra de este bolero. Lo presentaron prematuro (antes de que el álbum se publicase) en el programa “Hoy por hoy” el propio Sabina y Luis García Montero en lo que ellos denominaron “una charla entre tres amigos”, manteniendo presente al difunto con sus versos.

RGV.

miércoles, 8 de enero de 2014

Jalberto Mesas, “La ciudad era pesada y amarga”

La ciudad tiene, el skyline descosido
y debajo de una gran bóveda de metal,
las orquídeas y los niños mueren asfixiados.
Una multitud ajada y gris
ríe a carcajadas sobre el blando lodo,
pisando los cadáveres de otras flores.
¡Es el amor!, que se rodea de sádicos sicarios,
del favor de la desesperanza entre estertores,
del tóxico hedor de la educada compasión.
En una enorme montaña una jauría de chimeneas
vomitan ruecas negras que tejen melodías fúnebres.
Y antes de morir veré de nuevo danzar en los tejados
las crines de cientos de caballos que aletean
con enérgico ímpetu entre relojes agotados
que llevan años sin parpadear
y que buscan con un afán antes enfermizo
la negrura que en otro tiempo se ruborizaba
echadas en un butacón empapado.
¡Y volverán a morder con obsceno desasosiego
la jugosas cerezas que poblaron nuestros dientes!.
Pero ahora, el trigo se incorpora quejumbroso
sobre un millar de cuchillos herrumbrosos
con su hoja manchada de demencia
e intenta tomar la bocanada de aire que le proporciona
la majestuosa criatura y su magnificencia una vez al año.
Y la esperanza se desploma y recita el estruendo atroz
de una flor que cae abatida, apuñalada de impotencia
mientras la serpiente repta a su lado, impertérrita,
con su lengua bífida rebosante de orgullo y de veneno,
sin percibir el sabor del agua putrefacta que la está consumiendo.
Y los crepúsculos ahora esculpen tallos con ráfagas de barro rubí.

Autores hodiernos

martes, 7 de enero de 2014

Reseña: “Leviatán”



  En el tercer programa de Frente al baluarte radio intentamos hablar de Paul Auster sin que la situación ayudase, así que me he visto en la obligación de enmendarlo reseñando alguna de sus novelas. En concreto, la que más reciente tenía.

Fray Luis de León, “Amor casi de un vuelo me ha encumbrado”

Amor casi de un vuelo me ha encumbrado 
adonde no llegó ni el pensamiento; 
mas toda esta grandeza de contento 
me turba, y entristece este cuidado,

que temo que no venga derrocado 
al suelo por faltarle fundamento; 
que lo que en breve sube en alto asiento, 
suele desfallecer apresurado.

mas luego me consuela y asegura 
el ver que soy, señora ilustre, obra 
de vuestra sola gracia, y que en vos fío:

porque conservaréis vuestra hechura, 
mis faltas supliréis con vuestra sobra, 
y vuestro bien hará durable el mío.
Bosquejo de Fray Luis de León

lunes, 6 de enero de 2014

Arthur Rimbaud, “El corazón robado”

Mi triste corazón babea a popa,
mi corazón lleno de caporal:
le escupen chorros de sopa,
mi triste corazón babea a popa:
entre las burlas de la tropa
que suelta una risa general,
mi triste corazón babea a popa,
mi corazón lleno de caporal.

Itifálicos y soldadescos,
sus insultos lo han depravado.
Por la tarde dibujan frescos
itifálicos y soldadescos.
Oleajes abracadabrantescos
que mi corazón sea salvado.
Itifálicos y soldadescos,
¡sus insultos lo han depravado!

Cuando los soldados hayan acabado,
¿cómo actuar, oh corazón robado?
Se oirán estribillos báquicos
cuando los soldados hayan acabado.
Tendré ataques estomáquicos
si mi triste corazón es humillado:
cuando los soldados hayan acabado,
¿cómo actuar, oh corazón robado?
Fotografía de Manuel Machado

Anuncio: fin del periodo de baja actividad

El blog vuelve a su tasa normal de actividad.

domingo, 5 de enero de 2014

[RADIO] Programa 8, «Coram populo: borrón y cuenta nueva»

Logo

  Había un programa pendiente. Una charla desenfadada, sin temas de por medio, sin márgenes; un coram populo. Y dos de los más fieles oyentes: Francisco Poveda (Paco) y Ángel José Caballero.
  Y el programa se hizo pese a que la nueva interfaz de Mixlr se empeñe en destrozar el trabajo ya automatizado: decida cortar los dos o tres primeros segundos de emisión, rompa la compenetración entre el micrófono principal y el resto y además produzca un eco molesto (esto último ya resuelto; lo demás pendiente).
  Estando en la última semana del año, qué mejor que acudir al tópico y usarlo como frontera para separar el “qué se ha hecho hasta ahora” del “qué está por venir”.
  Gran parte (no la totalidad) de los proyectos preparados para este nuevo año fueron desvelados.