sábado, 28 de junio de 2014

José Cadalso, “Letrillas satíricas”

Que un sabio de mal humor
llame locura al amor,
ya lo veo;
pero que no se enloquezca
cuando otro humor prevalezca,
no lo creo.

Que una doncella guardada
esté del mundo apartada,
ya lo veo;
pero que no muera ella
por salir de ser doncella,
no lo creo.

Que un filósofo muy grave
diga que de amor no sabe,
ya lo veo;
pero que no mienta el sabio
con el pecho y con el labio,
no lo creo.

Que una moza admita un viejo
por marido o por cortejo,
ya lo veo;
mas que el viejo en confusiones
no dé por cuernos doblones,
no lo creo.

Que un amante abandonado
diga que está escarmentado,
ya lo veo;
pero que él no se desdiga
si encuentra grata a su amiga,
no lo creo.

Que una vieja ya se asombre
hasta del nombre del hombre
ya lo veo;
pero que ella no quisiera
ser de edad menos severa,
no lo creo.

Que una mujer a su amante
jure ser siempre constante,
ya lo veo;
pero que se pase un día
y ella quiera todavía,
no lo creo.

Que de todas las mujeres
no importen los pareceres,
ya lo veo;
pero de que la que amamos
el parecer no sigamos,
no lo creo.

Que la mujer, cual cristal,
la quiebre un soplo fatal,
ya lo veo;
pero que pueda soldarse
si una vez llega a quebrarse,
no lo creo.

Que al espejo las coquetas
estudien mil morisquetas,
ya lo veo;
pero que sea el cristal
el objeto principal,
no lo creo.

Que bastante he murmurado
en lo que está criticado,
ya lo veo;
pero que mucho no pueda
criticarse en lo que pueda,
no lo creo.

Que la novia moza y linda
al novio viejo se rinda,
ya lo veo;
pero que crea el barbón
que ella rinde el corazón,
no lo creo.
Bosquejo de Cadalso

jueves, 26 de junio de 2014

Luis Alberto de Cuenca, “La flor blanca”

Estaban en silencio el invitado,
la mujer de su amigo y la flor blanca.
Estaban en silencio. Y el espacio
de su amor era blanco y silencioso,
como la flor que lo representaba.
Y aquel silencio era deseo y culpa,
traición amarga, dulce desafío,
y había en él angustia y esperanza,
y era la plenitud, y el desengaño.
Dibujo de Luis Alberto de Cuenca

martes, 24 de junio de 2014

Manuel Machado, “Ocaso”

Era un suspiro lánguido y sonoro
la voz del mar aquella tarde... El día,
no queriendo morir, con garras de oro
de los acantilados se prendía.

Pero su seno el mar alzó potente,
y el sol, al fin, como en soberbio lecho,
hundió en las olas la dorada frente,
en una brasa cárdena deshecho.

Para mi pobre cuerpo dolorido,
para mi triste alma lacerada,
para mi yerto corazón herido,

para mi amarga vida fatigada...
¡el mar amado, el mar apetecido,
el mar, el mar, y no pensar nada...!
Fotografía de Manuel Machado

viernes, 20 de junio de 2014

Federico García Lorca, “Niña ahogada en el pozo”

Las estatuas sufren con los ojos por la oscuridad de
los ataúdes,
pero sufren mucho  más por el agua que no
desemboca.
... que no desemboca.

el pueblo corría por las almenas rompiendo las
cañas de los pescadores.
¡Pronto! ¡Los bordes! ¡Deprisa! Y croaban las estrellas
tiernas.
... que no desemboca.

Tranquila en mi recuerdo, astro, círculo, meta,
lloras por las orillas de un ojo de caballo.
... que no desemboca.

Pero nadie en lo oscuro podrá darte distancias,
sino afilado límite: porvenir de diamante.
... que no desemboca.

Mientras la gente busca silencios de almohada
tú lates para siempre definida en tu anillo.
... que no desemboca.

Eterna en los finales de unas ondas que aceptan
combate de raíces y soledad prevista.
... que no desemboca.

¡Ya vienen por las rampas! ¡Levántate del agua!
¡Cada punto de luz te dará una cadena!
... que no desemboca.

Pero el pozo te alarga manecitas de musgo
insospechada ondina de su casta ignorancia.
... que no desemboca.

No, que no desemboca. Agua fija en un punto,
respirando con todos sus violines sin cuerdas,
en la escala de las heridas y los edificios
deshabitados.
¡Agua que no desemboca!
Bosquejo de Lorca

martes, 17 de junio de 2014

Rubén Darío, “Bouquet”

Un poeta egregio del país de Francia, 
que con versos áureos alabó el amor, 
formó un ramo armónico, lleno de elegancia, 
en su Sinfonía en Blanco Mayor. 

Yo por ti formara, Blanca deliciosa, 
el regalo lírico de un blanco bouquet, 
con la blanca estrella, con la blanca rosa 
que en los bellos parques del azul se ve. 

Hoy que tú celebras tus bodas de nieve 
(tus bodas de virgen con el sueño son), 
todas sus blancuras Primavera llueve 
sobre la blancura de tu corazón. 

Cirios, cirios blancos, blancos, blancos lirios, 
cuello de los cisnes, margarita en flor, 
galas de la espuma, ceras de los cirios 
y estrellas celestes tienen tu color. 

Yo, al enviarte versos, de mi vida arranco 
la flor que te ofrezco, blanco serafín. 
¡Mira cómo mancha tu corpiño blanco 
la más roja rosa que hay en tu jardín!
Bosquejo de Rubén Darío

lunes, 2 de junio de 2014

[RADIO] Programa 14, «El Siglo de Oro»

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 Aunque quizá no muchos lo recuerden, el programa 7 quedó perdido para siempre por culpa de una mala interfaz de grabación. Para saldarlo, Jorge Solís regresa a Frente al baluarte RADIO.

 Dado que era inaceptable dejar a Cervantes en tal inconstancia, Jorge propuso volver a charlar sobre él, además ahora sumando los conocimientos de Hermógenes.
 Pero, cambiando la poesía, pareció una gran propuesta seguir con coetáneos del primero, extendiendo la sección al Siglo de Oro. Se habló de Quevedo, Góngora, Lope de Vega y Calderón de la Barca, entre tantos de la época.

  La sección de música la llevó de la mano Jalberto con Frank Sinatra y en la tertulia Hermógenes nos recalca algo de lo que se habló brevemente en el programa pasado: el mundo de los cuentacuentos, con mención especial a Pep Bruno, futuro participante del programa.