jueves, 24 de abril de 2014

“Brothers in Arms”, por Dire Straits

Carátula del álbum
Álbum: Brothers in Arms


Estas montañas cubiertas de niebla
son ahora un hogar para mí.
Pero mi lugar está en las Tierras Bajas*
y lo estará por siempre.
Algún día regresaréis a
vuestros valles y vuestras granjas,
y no anhelaréis de nuevo ser
hermanos de armada.

A través de estos campos de destrucción,
bautismos de fuego,
he sido testigo de vuestro sufrimiento
al desencadenarse el bramido de la batalla.
Y pese a que me hirieron de gravedad,
pese al temor y a la ansiedad,
no me abandonasteis,
mis hermanos de armada.

Hay muchos mundos diferentes.
Muchos soles diferentes.
Y aunque tenemos uno único,
vivimos en mundos dispares.

Ahora el Sol se ha ido al infierno y
la luna medra.
Dejad que me despida de vosotros;
todo hombre tiene que morir.
Pero está escrito en las estrellas
y en cada línea de las palmas de vuestras manos:
no somos más que estúpidos por luchar
contra nuestros hermanos de armada.


* «Tierras Bajas»: denominación afectuosa de la parte meridional de Escocia.





  Me anduvo reteniendo un dilema varias semanas: todas las canciones añadidas hasta ahora promovían el lirismo, la poética que de algún modo u otro contienen las canciones. Es cierto que Mark Knopfler, tanto en Dire Straits como en solitario, no ha brillado en su lirismo. Pero si permití abrir la sección a Bob Dylan, pese a las traducciones y el cambio de enfoque que conllevaría, ¿por qué no extenderlo a Knopfler?
  Sus letras no serán un vergel de literariedad, de acuerdo, pero todas tienen esa esencia que, se me permita la comparación, recuerda tanto a las directrices de Dylan: léase (cáptese, aprehéndase, interprétese) una letra cualquiera de Knopfler. Todas respiran el humo de un cigarro encendido; la conversación frente a frente; el ambiente cargado; la calada expulsada; la mesa de bar. Letras directas. Letras llanas. Composiciones bien separadas de poemas.
  No busco con estas letras que se exalte la lírica de Dire Straits. Pero, demonios, ténganse en cuenta y escúchense esas obras de arte cuanto antes.

RGV.

2 comentarios :

  1. En el caso de Knopfler, prefiero escucharlo sin saber que diablos dice porque intuyo que, en cuestión de letras, no es un prodigio. ¿Para cuando algo de Leonard Cohen?. Creo que valdría la pena.....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, no es ningún prodigio. Lo que hay que escucharle es la guitarra, la belleza.
      Nunca me he adentrado en las letras de Cohen, y eso que he estado tentado muchas veces...

      Eliminar