martes, 8 de julio de 2014

[RADIO] Programa 15, «Lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks»

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 Había pendiente otro programa a solas, sin invitado, ya que nuestro oyente Paco no podía acompañarnos para hablar de los autores que acordamos con él allá por diciembre, finalizando la primera temporada.

 Camilo José Cela fue el escritor tratado en la prosa, tratándolo desde una perspectiva global pero con centro en sus obras La colmena y La familia de Pascual Duarte.
 Y en poesía quedó por fin saldado el maestro Juan Ramón Jiménez.

  La sección de música adelantó rápidamente un programa especial sobre Joaquín Sabina y la tertulia quedó aplazada para el siguiente programa por la gran extensión del tema: la novela negra, con especial intención de que los oyentes, a sabiendas de ello, aporten en las redes sociales y aquí sus preferencias dentro de ese tema.


4 comentarios :

  1. Borja Whitman Schultz8 de julio de 2014, 19:18

    Como en todo género en la novela negra hay unos nombres que destacan por encima de otros. Fuera de la exitosa novela negra sueca y de la omnipresencia de Donna Leon, siempre podemos remitirnos a los autores que han creado el género o que lo han transformado de forma brutal.

    Cabe destacar que según Como escribir una novela negra, obra nacida del Máster de Escritura Creativa de la Universidad Complutense de Madrid, podemos encontrar varios momentos de la novela negra -basta decir que es una clasificación que tal vez no comparta del todo-, cronológicamente: la novela gótica, en la cual el nombre por excelencia es el del maestro de los maestros, Edgar Alan Poe, quien sin duda fue, con su Dupin en la calle Morgue, el mas importante precursor del segundo momento, la novela misterio, en la que obviamente todos conocemos a Arthur Conan Doyle y Agatha Christie, y que ha dado lugar a la novela negra clásica (inglesa) destruida bajo el sangriento y, por tanto, erótico puñal de los pulps americanos y el estilo vigoroso, rápido y libre de artificios de Raymond Chandler abrió camino en un gremio desteñido en el amaneramiento -cuarto momento-, por último la novela negra actual, en la cuales podemos encontramos la común metafísica existencialista posmodernista que muchos sea cual sea el género utilizan como excusa para vender humo.

    Como ya he dicho, la cronología de Urra me parece poco menos que discutible, y como se comentó en el último Getafe Negro, para mi la novela negra comienza con Dashiell Hammett, el más grande de los escritores del género junto a mi parecer Raymond Chandler y Gilbert K. Chesterton. Tras toda esta parrafada, sin dejar de destacar que el ensayo El simple arte de matar de Raymond Chandler y que falta mucha vanguardia en el género por muy hermético que este o su gremio sean, allá van mis recomendaciones:

    1. El largo adios de Raymond Chandler
    2. El secreto del Padre Brown de Gilbert K. Chesterton
    3. Cosecha roja de Dashiell Hammet (libro fundacional del género)
    4. Requiem por Brown de James Ellroy (para iniciarse)
    5. La saga Pepe Carvahlo de Montalbán

    Estos libros son clásicos del género, y sus relaciones con el mismo siempre son y serán necesarias. Para los amantes del cine, directores de la talla de Alfred Hitchcock, Billie Wylder, John Huston o Brian de Palma han hecho obras maestras con algunos de los guiones y obras de autores como los citados más arriba. Esto es solo un comentario al que pongo punto y final y que no da para más.

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  2. He leído casi todo lo leible, en novela larga, de Camilo José Cela y estoy de acuerdo con vuestras apreciaciones acerca del personaje y su obra. Aún así, me ha extrañado que no haber escuchado referencia alguna a dos obras, para mí fundamentales, de este gran escritor. Me refiero a la Mazurca para dos muertos, Premio Nacional de Narrativa en 1983, y para mí de lo mejor que escribió, y el Viaje a la Alcarria, el mejor libro de viajes que he leído jamás. Y difiero en que todo lo escrito por el susodicho sea de alta calidad. Me estoy acordando, y hay alguno más, de La Cruz de San Andres, premio Planeta por decreto y, a mi juicio, peor que un dolor de tripas.

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  3. Y como después habéis hablado de Sabina, y es otra de mis debilidades, bueno será recordar que en, a mi juicio, su mejor disco, Diecinueve dias y quinientas noches, se incluía una magnífica canción titulada De purísima y oro, que juntas pero no revueltas, forma junto con La Colmena un desgarrado fresco de la posguerra...

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    1. Muchas gracias por las opiniones, Mauro, y disculpa la enorme tardanza. Las vacaciones de verano fueron vacaciones en todos los sentidos. Jejeje.

      La unión entre «La colmena» y «Purísima y oro» parece casi prediseñada. Es perfecta.

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