jueves, 8 de agosto de 2013

“La canción más hermosa del mundo”, por Joaquín Sabina

Carátula del álbum
Álbum: dímelo en la calle

Yo tenía un botón sin ojal, un gusano de seda,
medio par de zapatos de 'clown' y un alma en almoneda,
una hispano Olivetti con caries, un tren con retraso,
un carné del Atleti, una cara de culo de vaso,

un colegio de pago, un compás, una mesa camilla,
una nuez, o bocado de Adán menos una costilla,
una bici diabética, un cúmulo, un cirro, una 'strato',
un camello del rey Baltasar, una gata sin gato.

Mi Annie Hall, mi Gioconda, mi Wendy (las damas primero).
Mi Cantinflas, mi Bola de Nieve, mis tres mosqueteros,
mi Tintín, mi yoyó, mi azulete, mi siete de copas,
el zaguán donde te desnudé sin quitarte la ropa.

Mi escondite, mi clave de sol, mi reloj de pulsera.
Una lámpara de Alí Babá dentro de una chistera.
No sabía que la primavera duraba un segundo;
yo quería escribir la canción más hermosa del mundo.
Yo quería escribir la canción...

Les presento a mi abuelo bastardo, a mi esposa soltera,
al padrino que me apadrinó en la legión extranjera.
A mi hermano gemelo, patrón de la merca ambulante;
a Simbad “el Marino”, que tuvo un sobrino cantante.

Al putón de mi prima Carlota y su perro salchicha,
a mi chupa de cota de mallas contra la desdicha.
Mariposa que cazan en sueños los niños con granos
cuando sueñan que abrazan a Venus de Milo sin manos.

Me libré de los tontos por ciento del cuento del bisnes
dando clases en una academia de canto de cisnes.
Con Simón de Cirene hice un tour por el monte Calvario.
¿Qué harías tú si Adelita se fuera con un comisario?

Frente al Cabo de Poca Esperanza arrié mi bandera.
Si me pierdo de vista, esperadme en la lista de espera.
Heredé una botella de ron de un 'clochard' moribundo.
Olvidé la lección a la vuelta de un coma profundo.

Nunca pude cantar de un tirón
la canción de las babas del mar, del relámpago en vena,
de las lágrimas para llorar cuando valga la pena,
de la página encinta en el viente de un bloc trotamundos
de la gota de tinta en el himno de los iracundos.

Yo quería escribir la canción más hermosa el mundo.





  Joaquín Sabina ha incluido en su discografía varias versiones de “La canción más hermosa del mundo”, entre las cuales, para mí, domina la del álbum “Dímelo en la calle”, donde Olga Román pinta dulces y tenuísimos coros en las estrofas a dos voces.

RGV.

2 comentarios :

  1. Gloriosa es esta canción del Sabina crápula. Está entre mis favoritas. Un gusto

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    Respuestas
    1. Las dos estrofas homólogas:

      «Mi Annie Hall, mi Gioconda, mi Wendy (las damas primero).
      Mi Cantinflas, mi Bola de Nieve, mis tres mosqueteros, [...]»

      y

      «Me libré de los tontos por ciento del cuento del bisnes
      dando clases en una academia de canto de cisnes.»

      cantados, como digo, con el coro sumiso de Olga Román, son dos de los trozos que con más estima escucho de la música de Sabina. Un genio de lo bueno y de lo malo.

      Me alegra, Mauro, que mi blog te sirva de remanso.

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