jueves, 11 de abril de 2013

«Bohordo»

Términos

   Del francés bohort.


  Un galicismo más: bohordo. Esta palabra contiene, en esencia, dos distintos significados (en cuatro acepciones diferentes), y varios sitios de Internet aventuran que, de los dos, el último en surgir podría haber dominado al primero, estando hoy en día como principal referencia a la palabra.
  Para explicar esto, veamos qué dice el DRAE acerca del sustantivo masculino bohordo:
Junco de la espadaña.
(Botánica) Tallo herbáceo y sin hojas que sostiene las flores y el fruto de algunas amarilidáceas, como el agave, liliáceas, como el lirio, etc.
  Aquí la primera esencia de la palabra, referida en ambos casos a un elemento vegetal (tallo y junco). La segunda, por el contrario, da nombre a un arma, en las dos entradas restantes:
Lanza corta arrojadiza, usada en los juegos y fiestas de caballería.
En los juegos de cañas y ejercicios de la jineta, varita o caña de seis palmos y de cañutos muy pesados.
  He aquí que en algunos artículos (de fiabilidad dudosa, sin embargo) pongan la mano en el fuego por el derrocamiento que el significado de arma indujo en el vegetal, escudándose en que desde su principio las cañas de bohordos se fabricaban a base de material extraído de la susodicha planta.
  Sin intención de ahondar más en esta conjetura, cabe mencionar que los primeros bohordos fueron producidos en pos de usarlos en torneos, como bien dice la tercera entrada del DRAE, e incluso en justas, más adelante. Pero, con el paso del tiempo, el bohordo evolucionó hasta ser un arma usado incluso en las primeras líneas de batalla de las guerras, a modo de lanza arrojadiza como es obvio; comenta Wikipedia que los bohordos bélicos llegaban a causar heridas mortales.
  De los juegos de cañas y ejercicios de jineta, poco a poco, el bohordo se hizo rey, hasta llegar a producirles por antonomasia un nuevo sinónimo denominado “juegos de bohordos”, y de ahí, como explica María del Mar Agudo Romeo en su obra Notas en torno a un juego medieval: los bohordos para la Universidad de Zaragoza, el tiempo degeneró el término hasta terminar por llamarse bohordos a los juegos y no a las armas (la autora busca incesantemente fuentes de información en novelas, ensayos y poemas, encontrando solamente referencias a bohordos como armas, y nunca como juegos en realidad).

  Referencias:
  • Wikipedia (bohordo).
  • “Notas en torno a un juego medieval: los bohordos”, por María del Mar Agudo Romeo.
  • DRAE: bohordo.
RGV.

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