domingo, 28 de abril de 2013

Gustavo Adolfo Bécquer, Rima XLIV

Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo;
¿a qué fingir el labio
risas que se desmienten con los ojos?

¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! ¡Nadie nos mira!
Ya ves: soy un hombre... ¡y también lloro!

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